No llevan en sus pecho el peso de Dios, detenidos en un paraje silvestre con sus miradas resucitadas la soledad parece haberles dispuesto.
Las siluetas son comidas por las plantas.
Y tu mujer entras en contacto con el fuego, la visión hacia el vacío, no te consumen los hombres.
Otra ausencia deprime este lugar que espera .
Un caliz de sangre...alli se esconde el aroma entre la sombra y el deseo,
El horror de sus conciencias recuerda un homicidio,
Solo sus almas se queman en el pensamiento,
Un hombre dibuja con su mirada un punal,
La mujer abandona a los muertos ha entrado al mundo de los ausentes sin tumba , ha logrado fundir los frutos del tiempo.
No hay llanto , ni lamentos solo unos ojos que buscan desollar la tierra, solo unos cuerpos convertidos en cabezas,aquí no hacen falta nombres por que el frio viento es el eco.
Un bosque que respira ceremonias pasadas. Dispuestos seres sin cuerpo han creado un templo secreto. Y el resplandor aparece la inteligencia luminosa , la desnudez de la muerte y el sacrificio.
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